La computación del futuro

En la era digital, los datos generados por millones de usuarios son recopilados y procesados por centros de datos que consumen cantidades crecientes de energía. Actualmente, estos centros utilizan entre 200 y 250 terawatios-hora anuales, un consumo equivalente al de una gran ciudad, con proyecciones que sugieren que para 2030 este consumo se triplicará hasta alcanzar 800-1.000 TWh. La inteligencia artificial impulsa esta demanda energética, exigiendo sistemas cada vez más potentes para entrenar modelos. Ante este desafío, la industria tecnológica explora soluciones innovadoras como los circuitos superconductores, capaces de condensar la potencia de un superordenador en un dispositivo pequeño con un consumo 60 veces menor, y la computación cuántica, que promete resolver problemas complejos de forma significativamente más eficiente.