Programar es un superpoder. ¿Podemos utilizarlo para obtener los datos que son públicos según las leyes pero que la Administración nos niega? ¿Podemos utilizar nuestro conocimiento de la tecnología para dar más transparencia a los asuntos públicos? ¿Podemos provocar cambios positivos aplicando la ética hacker a nuestra relación con las Administraciones Públicas?