Charla

Muchos ingenieros hemos pensado alguna vez que nosotros desarrollamos tecnología, pero no decidimos cómo esta tecnología se relaciona con las personas. En otras palabras, la tecnología "es neutra", son las personas las que deciden cómo se usa, y qué impacto personal y social tendrá. Durante unos minutos, trataré de explicar cómo esto no es siempre cierto. Es más, en muchos casos, la tecnología, al menos tal y como es desplegada, dista mucho de ser neutra en cuánto a cómo nos afecta.

Algunos ejemplos. Para compartir tus fotos con tus amigos, primeros la compartes con una empresa, a la que también le das los datos de tus amigos. Cuando quieres instalar tu propia aplicación en tu propio móvil, quizás tengas que pedir permiso al fabricante del móvil. Cuando te compres un coche, quizás aceptes que el fabricante te lo pueda parar cuando quiera. Y naturalmente sabes que estás permanentemente localizado, que hay quien sabe con quién y cuándo hablas, y en qué y dónde te gastas tu dinero, e incluso que hay quien decide si ciertos temas, o ciertos contenidos, son apropiados para ti y para tu gente.

Si hubiera leyes que nos obligaran a todo esto, quizás no las considerásemos razonables. Pero no te preocupes: es la tecnología, y ante eso, nada se puede hacer... ¿O si? ¿Quizás los que entendemos las tecnologías deberíamos repensarlas, diseñarlas de otras formas, y explicárselas a la sociedad para que se preocupase? Y sobre todo, ¿no deberíamos ser conscientes más a menudo de que la tecnología no es neutra, sino que impone ciertas formas de relación, de acción, algunas que nos pueden parecer adecuadas, y otras no?

Quizás los que construimos tecnología somos casi los únicos que podemos reaccionar... porque la entendemos.